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5 HERIDAS EMOCIONALES – MÓDULO INTERNACIONAL

Categorías: Motivación
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Curso Prerequisite(s)

Contenido del curso

U1
En esta primera unidad del curso sobre las 5 heridas emocionales, nos adentramos en dos de las heridas más fundamentales: el rechazo y el abandono. A través de la perspectiva del instructor, comprendemos que la curación de estas heridas comienza con el reconocimiento de que la responsabilidad de sanar reside en uno mismo. Nadie más puede realizar este proceso por nosotros; es un viaje personal de autoaceptación y empoderamiento. Para sanar la herida del rechazo, es crucial afirmar nuestro derecho a existir y encontrar nuestro lugar en el mundo. Esto implica reconocer nuestro valor y trabajar en desarrollar la habilidad de sentirnos eficaces en nuestras acciones y contribuciones. En cuanto al abandono, se nos insta a comprender que esta herida va más allá de la ausencia física de un progenitor. Se trata de una carencia emocional, donde el niño no se sintió amado, apoyado o valorado adecuadamente. Esta falta de afecto puede generar una dependencia emocional, manifestada en la búsqueda constante de validación externa y el temor a la soledad. A medida que avanzamos en la unidad, exploraremos cómo estas heridas emocionales se manifiestan en nuestra vida cotidiana, tanto a nivel emocional como físico. Además, aprenderemos a reconocer las características corporales asociadas con estas heridas, proporcionando una visión más profunda de su impacto en nuestra salud mental y bienestar emocional.

U2
En esta unidad, nos sumergimos en la complejidad emocional de la herida de traición, que surge durante la infancia entre los 2 y 4 años de edad con el progenitor del sexo opuesto. Exploramos cómo esta herida se manifiesta en sentimientos de decepción y desilusión hacia la figura paterna, especialmente cuando las promesas no se cumplen y se percibe una falta de atención o fortaleza. Descubrimos que aquellos afectados por la herida de traición a menudo adoptan la máscara del controlador, buscando manipular y dirigir situaciones para evitar sentirse vulnerables o decepcionados nuevamente. Exploramos cómo el miedo a la separación y la disociación impulsa su necesidad de mantener el control en todas las áreas de su vida. Además, examinamos las características físicas asociadas con esta herida, como una postura imponente y una mirada seductora, que reflejan su deseo de dominio y poder.

U3
En esta unidad, nos adentramos en el proceso de reconocer y sanar la herida de la humillación, la cual puede surgir en la infancia entre el primer año y los tres años de vida. Exploramos cómo esta herida puede manifestarse a través de la represión del placer físico por parte de los padres, generando sentimientos de vergüenza y culpa en el niño. Descubrimos que la cura para la humillación implica reconocer y liberarse de las restricciones autoimpuestas, permitiéndonos experimentar el placer y el gozo sin culpa ni vergüenza. Aprendimos sobre la máscara del masoquista, caracterizada por la autoinfligida privación de placer y la constante autoculpa. Exploramos cómo el masoquista tiende a ocuparse excesivamente de los demás, descuidando sus propias necesidades y evitando el tiempo libre por temor a disfrutar. Entendimos cómo este patrón puede llevar a un ciclo destructivo de compensación a través de la comida y auto reproches, afectando tanto la salud física como emocional. Al finalizar esta unidad, nos sentimos equipados con herramientas para desafiar las creencias limitantes y comenzar el proceso de liberación de la vergüenza y la autoacusación, permitiéndonos abrazar una vida más plena y auténtica.

U4
¡Bienvenidos a la Unidad 4 de nuestro curso sobre las 5 heridas emocionales! En esta etapa, nos adentraremos en el complejo mundo de la herida de la injusticia, que se manifiesta entre los cuatro y los seis años de edad, principalmente con el padre del mismo sexo. Exploraremos cómo la frialdad percibida por parte de este padre puede llevar al niño a poner límites a su sensibilidad y a adoptar una máscara de dureza y rigidez. Analizaremos cómo esta herida puede dar lugar a una exigencia interna desmesurada, una constante comparación con los demás y una lucha implacable por alcanzar la perfección. Descubriremos la máscara de la rigidez, caracterizada por la dificultad para mostrar vulnerabilidad, la resistencia a pedir ayuda y una profunda desconexión con la sensibilidad propia y la de los demás. Exploraremos los miedos subyacentes a la frialdad percibida y la constante búsqueda de validación externa. Además, examinaremos las características físicas asociadas con esta herida, como la postura erguida y rígida, y los movimientos firmes y controlados. Comprenderemos cómo estas manifestaciones físicas pueden reflejar la necesidad de mantener una apariencia de perfección y control en todo momento. Al finalizar esta unidad, habremos adquirido una comprensión más profunda de la herida de la injusticia y estaremos mejor equipados para iniciar el proceso de sanación. Estaremos listos para explorar estrategias para liberarnos de la rigidez autoimpuesta y cultivar una mayor conexión con nuestra sensibilidad y autenticidad emocional.

U5
La unidad que hoy inauguramos nos invita a adentrarnos en el apasionante viaje de sanar nuestras heridas emocionales. En esta travesía, exploraremos cómo reconocer, aceptar y trabajar en nuestras heridas emocionales puede llevarnos hacia una mayor plenitud y bienestar. Comenzaremos reconociendo la valentía y honestidad necesarias para identificar nuestras heridas, aceptándolas como parte de nuestra experiencia humana. Entenderemos que la aceptación no implica estar de acuerdo, sino reconocer la realidad de nuestras emociones y experiencias. A lo largo de la unidad, aprenderemos a ser compasivos con nosotros mismos, comprendiendo que nuestras máscaras y defensas emocionales fueron recursos necesarios en momentos de dolor y vulnerabilidad. Nos adentraremos en la importancia de poner límites, permitirnos sentir y mostrar nuestra sensibilidad, y cultivar la comprensión de que todos estamos en constante proceso de crecimiento y sanación. Finalmente, reflexionaremos sobre la responsabilidad que tenemos sobre nuestra propia curación, reconociendo que, si bien las heridas pueden activarse en diferentes momentos de la vida, podemos aprender a no dejar que dicten nuestras acciones y emociones. Nos comprometeremos a ser los adultos amorosos y responsables que cuidan y protegen a nuestro niño interior herido. En esta unidad, nos embarcamos en un viaje de autoconocimiento, compasión y transformación, con la esperanza de encontrar la paz y la plenitud que merecemos. ¡Bienvenidos a este proceso de sanación emocional!

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